Puedo seguir afirmando que la definición que Eagleton (1993) utiliza para describir lo que es literatura aplica para cuando hablamos de LIJ, porque infantil y juvenil no vienen a modificar el significado de lo literario sino que a aportar nuevas características a este discurso no pragmático y alejado de una utilidad específica, agrega una cierta característica que es simplemente que es apta para la lectura de niños y jóvenes, ¿qué quiere decir apta? que el productor ha logrado captar la sensibilidad propia de esta etapa de la vida y que su discurso es más que una simple adaptación de un discurso "realmente" literario.
Luego de estudiar a diferentes teóricos (Rosell, Lluch y Bodoc) sigo afirmando que la literatura es un discurso no pragmático, la LIJ al igual que cualquier discurso literario es arte y por lo tanto, la aleja de ciertas modalidades y propósitos inmediatos: "Ahora, su condición de disciplina artística la exime de ciertas modalidades y propósitos; por ejemplo, la admonición, la información, la autoayuda, la terapia... Y en cambio, compromete a nuestra literatura con la poesía" (Bodoc 245), es aquí donde me gustaría destacar que entonces, la forma en que se comunica el mensaje cobra gran importancia. De ahí que se considere LIJ (y literatura a secas) los libros ilustrados, libros albúm, libros interactivos, audiolibros, en donde la forma particular que se comunica el mensaje muchas veces agrega belleza, estimula los sentidos y el contenido queda supeditado a la forma en que este se comunica.
Creo, con respecto a mi entrada anterior que el hecho de que cierta literatura infantil sea considerada con un fin práctico inmediato o un cierto didactismo, esto mas que estar inscrito en el discurso literario en sí, este valor está dado por los mediadores o por los productores que ponen mayor énfasis en el contenido que en el cómo contarlo. De ahí la labor importante del mediador, que trataré más adelante.
Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo con lo planteado por Rosell: "El papel del niño en la literatura infantil no es el de simple destinatario" (2), sino más bien son objeto y sujeto de la lectura, es decir, no solo se escribe para ellos y sobre ellos, sino que es a través de sus ojos que se mira el mundo y por eso las temáticas son tan cercanas y permiten sentirse reflejados en cada uno de los personajes, ya sea, porque para los más pequeños no existen ciertos límites que para el adulto sí o porque simplemente tiene otras potencialidades expresivas que un adulto muchas veces ha dejado de desarrollar, por lo mismo un libro en que el lector se vuelve el personaje principal a través de un espejo en la portada o de un orificio donde poner su cara, es literatura porque juega con la forma de comunicar una idea y con las potencialidades del niño.
Con respecto a como esto se proyecta en mi labor de mediador, sin duda cobra gran importancia. Primero, porque de la visión que tenga sobre el discurso literario dependerá cómo transmito esa obra, cómo la comunico, si valoro su calidad artística seguramente me adentraré en el productor, en sus motivaciones, en su propia concepción del arte lo que permitirá compartir la obra de una manera mucho más completa, resignificándola a la luz de la las concepciones del autor, porque el autor como bien plantea Rosell no solo busca ejemplificar o ilustrar la realidad sino más bien comunicar una forma poética de ver el mundo.
Segundo, entender que la LIJ es una forma de mirar el mundo, de entenderlo desde la infancia, en el que se plantean anhelos del ser humano, me obligará como mediador escolar conocer la visión de mundo de mis alumnos, para así saber que del catálogo editorial puede interesarle con mayor facilidad, que le permitirá salir de lo práctico y descubrir la belleza del discurso literario.
Y por último, como mediador el entender a cabalidad lo que es la LIJ me permitirá no ver la lectura de esta como un simple paso a la literatura de adultos, sino como una oportunidad de explotar la sensibilidad propia de la infancia a través de obras llenas de belleza que no significa de sacralidades o cosas que se escapan de lo cotidiano; sino que la forma en que se tratan estos temas permite al niño explorar su interioridad y disfrutar de la belleza de cosas simples.
Palabras claves: discurso literario, belleza, discurso artístico, discurso poético, mediador.